Paradas interminables en un tráfico intenso,
Minutos previos al Año Nuevo
Detenido y con el corazón agitado
El coche pleno de regalos y botellas de champagne
En casa una cena opípara y amigos bullangueros.
Tamborileando los dedos en el timón del poderoso coche
Aguardas impaciente que por fin te dejen pasar,
Nada, espera interminable…
Súbitamente, entre el mar de coches
Una figura avanza, se detiene a tu costado
Estas a punto de mandarlo a pasear
Otro pedigüeño más –refunfuñas-con ira,
Pero aquel hombre harapiento de edad indefinible
Simplemente sonríe y te deja una flor en el parabrisas
Y se aleja lentamente sin pedir nada.
Te bajas del carro, ya son las 12, Año Nuevo,
Lo alcanzas y le das un abrazo
Emocionado, emocionado.