Y si el sol besa nuevamente el suelo
¿Volverías a caminar?
¿Cerrarías tus ojos mientras avanzas a un abismo sin fondo?
¿Comerías tu cerebro de hambre?
¿Alimentarías tu ser con palabras?
¿Cerrarías el alma?
¿La vida?
¿Y la cercanía de volver a vivir?
Sin rencores acordándose de ti,
sin compatibilidad de un ruego destruido,
comparando lo extraño con lo vivido
sintiéndote cerca, y más cerca a la vez,
pero sin sentir la respiración despavorida de un momento de gozo,
que tanto buscas encontrar,
y solo te quedas con un pensamiento existencialista fútil.
Y aún así,
sentirte útil,
útil como los problemas,
útil como el dolor,
útil como los entierros,
útil como el abono.