Las lentejas

A mis queridas lentejas

A veces mi padre, tipo exagerado y gentil, suele alzar la voz cuando por segunda vez durante la semana, oso decirle que cocinaré lentejas.
Lo mismo sucede con mi hermana, mujer extravagante y seduciente, que ante una pregunta, sobre las riquezas alimenticias en el almuerzo, hace una muequita malgeniada, entre el hambre y la repulsiòn, al saber que degustará por segunda vez durante la semana mi popular lenteja, "Otra vez lentejas", dice.


Cuando suceden dichos episodios, suelo reír, me disgusto o quedo en silencio, que son al final de cuentas, simbólicamente tres modos de responder ante tan sútil paradigma de nuestro almuerzo semanal.
Pero, no es cuestión de gusto, si no, que las lentejas me atraen.
Se multiplican, son codiciadas, bellas en su forma, morenas, blancas, rojas, anaranjadas, son de todas las variedades y de un común factor, así como de diferente sabor; están llenas de fierro y proteínas, favoreciendo mi digestión, ¡nuestra digestiòn!.

Ellos, osea mi papá y mi hermana, desconocen, el trayecto que implica recorrer a bùscarlas y se soprenderían, si acaso supieran, que puede pasar con solamente comprar , o mejor, adquirir de manera tradicional, un kilo de lentejas. Porque !ojito!, yo uso el modo tradicional.

Procediendo de ese modo tradicional y no tan secreto podrías conocer: Poetas/isa, abogados/as, artistas, vendedores/as de trailer y hasta secretarias/os, obreros/as, diputados/as, magistrados/as y cantantes, enfermeras/os y doctores/as, economistas y peluqueros/as, destructores/as y constructores/as, agricultores/as e ingenieros/as, físicos/as y médicos/as, niños/as y ancianos/as, proyectistas y dibujantes, arquitectos/as y designer, padres y hermanos,estudiantes, hermanas y madres, escritores/as y no escritores/as, escultores/as y no escultores/as, emprendedores/as y no emprendedores/as, enamorados/as y desquiciados/as, hombres y mujeres, grandes y chicos/as, ancianos/as y niños/as ....

Si acaso tienes suerte, puedes perfeccionar la receta con las teòricas y adiestrarte con las pràcticas. Solamente es cuestión de salir, caminar, encontrar y preguntar.

Es por eso que la lenteja, es un producto que me fascina y alimenta hasta el día de hoy, porque produce en mi una silenciosa complicidad con lo inesperado, lo trascendental, lo único.

Para mí las lentejas son populares como los/las artistas de cine y humildes como los/las sabio en plena meditación.
Para mí las lentejitas son amigas de mis amigas, cómplices de mis incógnitos cómplices.

Queridas Lentejas, !Feliz Navidad!