Grandes interrogantes de la humanidad

Hoy el helado

Es increíble la gran decepción que genera para un monótono consumidor de cucucuchos de helados, cuando se invierten las posiciones de los gustos.

A mí me gusta el de chocolate y ananá que no es lo mismo que el de ananá y chocolate.

Al indicar los gustos se indica el orden de llenado, por lo menos creía entenderlo así. Primero el chocolate dentro del vaso y en la parte superior el ananá, de tal forma de paladear el fresco de la fruta con fruición al tiempo de prepararse para disfrutar del sabroso chocolate que se esconde en la entrañas del recipiente.

La experiencia me indica que se debe aclarar el orden de preferencia ya que los vendedores buscan siempre el tarro que tienen más a mano, a contramano de las preferencias indicadas por el consumidor.

Si bien muchas veces genera molestia al expendedor, trato de explicarle, sin lograr el convencimiento de su parte, que es lo mismo que empezar una cena con el postre.

Una gran falta de profesionalismo que puede condenar al comercio que no capacite a su personal en estos menesteres.

Acepto que algunas veces pido el refresco al azar, y a modo de presagio espero por su armado; si concuerda con mis expectativas, los dioses están de mi parte.

No recomiendo este último método, salvo que el chocolate se encuentre en la base ya que perder en esta instancia, impide el sentido de disfrutar el agradable momento que nos brinda el irreemplazable postre.

Una gran dosis de erotismo romántico y poético invade el momento sublime de disfrutar el producto. El gusto que está primero se puede paladar con la cucharita o con la lengua, el que está dentro del vaso, solo con una.

OTREBLA