Alma Agonizante

En ese instante cruzaba aquella habitación y ciertas preguntas vinieron a mi mente: ¿Qué soy?, ¿Para qué estoy aquí?. Una maquina quizá o talvez solo un personaje de una mala película, pero eso ya no importaba, tomé el arma que estaba sobre la mesa. Los pendejos de al lado gritaban porque venia un auto, mientras yo recorría silenciosamente el pasillo con dirección a la sala principal donde estaba aquella aburrida reunión familiar, mientras más caminaba, más cerca de la puerta estaba. Comencé a transpirar y solo seguí caminando. Mi mente divagaba entre algún espacio lejano, de pronto una voz me hizo volver en mí.
-Pablo trae unos vasos porfa.
Un mes fuera de la casa y para lo único que me necesitan es para traer unos vasos. Siempre odie estar en la casa, en mi infancia estuve siempre solo, lo que me hizo odiarla más. La pistola ya casi resbala de mi mano por tanto sudor que tenía, me dirijo a la cocina en busca de los vasos, ya lo tengo decidido será cuando estén todos reunidos, entro en la cocina y un gran grito de sorpresa llena el lugar, de pronto aparecen todos mis amigos y conocidos, mis ojos comienzan a empañarse y solo atino a poner la pistola en mi sien y solo tirar del gatillo, lo ultimo que recuerdo es que caigo y caigo profundamente.