Estimada, sé que ya te pedí una vez disculpa por mi inmadurez y enojo sin sentido, que sin darme cuenta te hago daño, de alguna manera todo lo que viene de ti me afecta más de lo común, todo lo que tú digas o hagas tiene un efecto sobre mi, siento que despierto en ti la ira o quizás la tristeza por no saber controlar mis impulsos, ni tampoco respetar tu cariño que me entregabas y yo no sabía apreciar. Por herirte y mentirte te pido disculpas por no saber cuidar.
Sabes me arrepiento el haberte dejado de la nada sin ninguna explicación, y que tu tuvieras que enfrentarme para que te diera una y la que te di era una mentira. Por ello, bien merecido lo tengo y muy caro lo estoy pagando, así es, te extraño mucho y ya no encuentro la manera de reparar el daño que te he hecho. Mil veces quisiera pedirte, mil veces quisiera rogarte y aun así serian pocas, pero aunque lo hiciera sé que es en vano y que no tienes la obligación de disculparme.
Bueno la verdadera razón por la cual deje de hablarte y acercarme de ti, aunque yo creo que a estas alturas ya lo sabes, es que me gustas, empecé a generar sentimientos hacia ti, y por miedo al rechazó tuyo me aleje de ti, la confusión de que me empezarás a gustar tan rápido, el hecho de que siempre me trataras como un amigo que no va a ir más allá o me decías que tenía que ayudarte a buscar un novio, me hacía dar cuenta que yo no tenía posibilidad contigo.
Así nuevamente lo repito me equivoqué y me arrepiento, y que sólo espero tu veredicto. De volver o alejarte de mí, en el fondo me gustaría estar contigo pero sé que esto no sucederá.
Solo espero que comprendas mis sentimientos aunque pueda ser difícil, y bueno aunque dejemos de hablarnos siempre tendrás mi apoyo incondicional, eres una de las buenas cosas de la vida que me ha pasado y te abandone por mi inmadurez y el miedo de no corresponderte.
|