Un día un tipo salía a eso de las 6 de la mañana a trotar alrededor de la cancha de fútbol de la Universidad cuando vio que adelante de él iba trotando una mujer muy bonita, el tipo pensó abordarla de buenas a primeras pero un instante después pensó que lo mejor era primero pasarla a gran velocidad para que viera su buen estado físico.
Ya en la segunda vuelta el tipo la alcanzó nuevamente pero no fue capaz de hablarle así que siguió de largo.
Ya en la tercera vuelta el tipo aceleró más y cuando ya estaba por alcanzar a la mujer se dio cuenta que no se había aplicado suficiente desodorante y se le alborotó una chucha ni la hijuemadre, así que ni modo, el tipo decidió parar y irse caminando con la cabeza abajo rumbo a su casa cuando escuchó la voz femenina coqueta que le dijo "adiós".
Moraleja del cuento: Para abordar a una mujer hay que aplicarse muy buen desodorante. Sin desodorante no hay nada.