Era un perdedor y tenía toda esa fach,:medio encorvado, traje para invierno y verano color gris gastado, eterno pucho.
Un amigo lo encontró en un pasaje mal iluminado, sentado al lado de un tacho de basura.
-Que te pasa
-soy un perdedor, un looser
-Bah, no es para tanto
-Si, pero me quiero morir, no sirvo para nada, ni mujer tengo.
-Te consigo una por diez dólares
-No, yo quiero amor
-ja, ja
Y se fue el amigo.
Comenzó a llover fuerte y el perdedor no se movía, la lluvia le bajaba por el sombrero y se le metía en la espalda.
Un gato lo miró y se fue.
Pasó una prostituta y le echó un vistazo.
-Que te pasa, hombre
-Soy un perdedor.
-Tenés diez dólares?
-Me lo prestás?
Rió la prostituta.
-Vení a mi casa, date un
baño, dormí y mañana andate. Tomá la llave. Yo tengo que trabajar.
-Sos una buena mujer.
-Si, y vos un perdedor.
-Vos no sos perdedora?, se rebeló.
-Sí.Y qué, desafiante.
- Nada.Te espero en tu casa con algo caliente.
Partieron con rumbo diferente y llovía como si fuera la última vez.