Entonces cayo la noche, un ensordecedor silencio enmudeció a todos los allí presentes
Nadie se movió, lentamente un miedo húmedo y pringoso los fue cubriendo
La áspera voz de un cuervo desgrano agoreros cantos
De que se trataba
De una reunión de consorcio, o solo padres de la salita rosa, tal vez algunos convocados por el viaje de fin de curso
En el mejor de los casos un grupo auto convocado para tratar el pedido de mayor seguridad
O la agrupación dios, patria y propiedad solicitando la abolición de los controles de natalidad
En el mejor de los casos un grupo de políticos complotando contra el gobierno, o los complotando solicitando garantías para sus derechos a complotariar libremente.
Algo salto al medio, era un sapo una rana o un escuerzo
Negro, verde o marrón
Pegajoso, brillante y seco, frio y húmedo o pastoso y cálido
Qué horror, un sentimiento, una emoción, o solo un ardiente rescoldo
Nadie se movió
Quien saldría primero
Todos se miraron de reojo y dieron un paso para atrás
Alguien quedo ultimo
Y así el último paso a ser primero
Fue como si todos estuvieran de acuerdo
No fue solidario más bien lapidario
La boca se abrió lanzando fuego
Vomito verde
Hediondo
Que se vayan todos
Que se vaya
La yegua
Y transpiraron de terror
Y se fueron a dormir, no sin antes cambiar sus calzones sucios
En el centro quedo el
El sentido común, abandonado a su suerte, a la de todos
A la de nadie
Único presente en ese entierro de la libertad