El cielo esta opaco, el aire esta frio, el día triste, las hadas en intimidad con algunos poetas refieren cosas y sucesos de antiguos tiempos de la colonia, era la época en que todas las pulperías tan llenas de atractivo y colorido llevaban nombres floridos, como “el mundo al revés” “los sacramentos de santa Ana” que fue pintado con su brocha desbordada y gruesa en gracia y color, por un moreno de aquel lugar.
Esta narración corta que voy a escribir sobre la fundación del barrio la aurora de la Huaquilla, tan popular y pintoresco, tan inconfundiblemente criollo, muy cercano a hospitales, monasterios y huertas, era el año 1551 y uno de los primeros abogados de esta villa colonial era el licenciado García de León, quien obtuvo del concejo, justicia y corregimiento de Lima un solar junto a la huaca del secretario don Sebastián Sánchez de Merlo, para que hiciese casa de sus yanaconas.
Sánchez de Merlo estaba casado con doña Ana Suarez, ella y doña María de Escobar son las que fueron citadas como testigos en la muerte de don Francisco Pizarro, esta posesión que se le dio a don Sebastián Sánchez de Merlo en las afueras de Lima, tal como dice el acta textualmente.
“Fuera de la ciudad de los Reyes en el campo, día 2 de setiembre de 1551, ante el alcalde de Lima don Jerónimo de Silva y en presencia del escribano don Diego Gutiérrez____”
Este dato nos indica que ya en esos barrios se agrupaban habitaciones de indígenas en su mayor parte, también había algunas huertas entre ellas la más famosa y conocida de don Francisco de Ampuero, un poco más allá se encontraba el enorme terreno de la morisca Beatriz esposa del veedor Salcedo, que luego de un tiempo paso a propiedad del licenciado López Guarnido, uno de los juristas más notables del siglo XVI, el que después se vendió para que se alzase el pueblo del Cercado.
Pero volviendo al licenciado García de León a él se le dio un lugar según dicen los documentos:
“un terreno que colinda con el cerro de la huaca y con el camino que va a la huerta de don Francisco de Ampuero, por el otro lado con el cercado del secretario don Sebastián Sánchez de Merlo, por otro ángulo con una pared que es huaca de indios y con asiento del hospital de indios, por el otro lado con un terreno del menor Diego de Agüero”
El licenciado García de León luego de unos años lo dono al licenciado Baltazar Mejía, quien era el relator de la real audiencia, este acto se realizó con la presencia del secretario Esteban Pérez en octubre de 1565; don Esteban Pérez era el esposo de doña Luisa de Guevara, quien al enviudar se volvió a casar con don Alonso de Pomareda, quien era un escribano de prestancia y muy reputado, fue quien represento a todos los de su oficio ante el Rey en el concejo de indias de 1567, tal como aparece en una carta de don García de Castro al Rey Felipe II.
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