Una esencia adolescente,
en clausurado gemido,
envuelve con sus manos
el torbellino que la agita.
La ansiedad la desborda
en sus soñadoras partes,
y, sin rejas que la limiten,
se recompensa en delirio
de la evasión de lo querido.
Fatal vasalla irremediable
de instintivas veleidades.
En noctámbula cacería,
alguna luna inagotable,
ha culminado su carrera
y ojea, cual señora festiva.
Texto agregado el 17-11-2014, y leído por 311
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