Aprendan a escuchar la NATURALEZA, es sabia y siempre tiene algo que decirnos... en una de las aventuras de verano... mientras recorría el Parque Nacional Huerquehue al sur de Chile, extasiada de la hermosa vegetación que me rodeaba y escuchando aves y ríos... ascendía y ascendía... aventurera como suele ser mi personalidad y algo perpicaz... buscaba la alternativa de cortar camino, luego de unos siete kilometros de sendero me aventuré a decirle a mi grupo de amigos - Oigan, por aquí hay un atajo... - Como era de esperar y más aún lleno de señalizaciones de "Siga el Sendero"... ninguno me tomó en cuenta, éramos un reducido grupo de tres... arriesgada pasé por sobre la barrera y a escalar entre gigantes raíces de árboles centenarios y barro y hojas que prácticamente eran una alfombra en la montaña... hubo un momento que me detuve y escuché nada más que naturaleza, fué entonces cuando pensé que tal vez me había alejado bastante del camino y algo de angustia me invadió, pero a esas alturas no me quedaba otra que seguir hacia arriba... unos quince minutos de ascenso en algunos momentos casi arrastrándome y volví a la ruta indicada por CONAF... donde... ni idea... era el camino, pero de mis amigos nada... irían más atrás... quien sabe... decidí seguir avanzando hasta llegar a un punto de admiración para los visitantes y creí apropiado esperar cuando llegara a la primera laguna... así fue... disfruté del paisaje, llegué a la laguna (donde comí algo porque mi estomago sonaba más fuerte que toda la naturaleza junta) y esperé... y mis amigos... Sorpresa... aparecieron como a los veinte minutos de mi descanso... el resto del camino no nos separamos nuevamente... sin embargo, comentamos los miles de temores que surgieron cuando ya después de mucho rato no veían señales mías... ya entrada la tarde y después de haber visitado el sendero completo, regresábamos echando carrera de quien corría más rápido camino abajo, ellos ¡hombres ambos! me llevaban bastante ventaja, ya agotados de tanto correr y reír y hasta caernos, porque varios porrazos nos dimos... íbamos mucho más relajados, de pronto y dentro de esas locas ideas que atraviesan mi mente, les pido detenerse a observar el camino cerro abajo y cerro arriba, sin ver más que árboles y tierra en ambas direcciones... Pues bien, el hecho y lo que quiero transmitirles es que para mi, camino hacia abajo podía encontrar un sinfín de alternativas que me permitían llegar al inicio, sin embargo para ascender sólo una y bastante complicada... llevada a la vida, es exactamente lo mismo, cuando emprendemos alguna misión o el sólo hecho de levantarnos en la mañana, y pensar en nuestra vida, creemos y de verdad lo es, difícil, son pocas las oportunidades que se nos dan o que, más bien dicho tenemos que descubrir y por otra parte ATREVERNOS A TOMAR ALTERNATIVAS PARALELAS... (estoy de acuerdo con Uds. si piensan que lo que hice fué irresponsable, lo es y agradezco a mis ángeles guardianes el que me hallan protegido), volviendo a lo de alternativas paralelas, es así, avanzar es difícil, agotador, a veces sacrificado, pero gratificante cuando hay logros, beneficios o tan sólo la satisfacción de habernos atrevido... y por el contrario y cuando miraba hacia abajo... no van a creer la cantidad de caminos que se podían observar en esa montaña, eran muchos y todos parecían tan fáciles de alcanzar, para mi en la vida es igual, rendirse, retroceder o dejar algo sin concluir son opciones, opciones respetables para quien las elija, pero son muchas... yo prefiero ascender, aunque los caminos paralelos sean riesgosos... la decisión es propia, lo importante es saber escuchar a quienes nos rodean y con mayor razón a nuestra Madre Naturaleza.
Con cariño para todos a quienes acceden a esta página una vivencia hecha fábula. |