Por que en el silencio viajan
los segundos impenetrables
el inaccesible decreto del tiempo
El comienzo de un murmullo
la primera lámpara de millares de lámparas multiplicándose
más allá de tí
de nosotros
de todos

Si el hombre recogió
la tierra de sus pasos
después de arriesgar los ojos
en manos de la noche
Si fué capaz de inclinarse a renunciar a su llanto
y calcó en el viento
que moldeó su rostro
aún tan sólo una mínima esencia de la verdad de sus lágrimas

Toma entonces las alas sumergidas
Alza entonces el grito meditabundo a la espera
al rincón del mundo
a las cumbres que desafían al cielo
a rebajarse del altanero universo
y a recogerse en las nubes que serán las hijas del mar

Camina ahora desafiantes las pupilas
y dobla al mundo en los cuatro puntos
para volver en tí
para volverse en sí
para volver en mí

Asi sea