Dos mundos parte 2

-¿y qué pasó con el hombre del gym? – pregunta Noé amigo de Isabela.
-pues nada. Lo veo todos los días en el gym.
-¿y ya no te ofrece llevarte a tu casa?
-¿sigues con lo mismo?
-yo pienso que quiere contigo.
-estas mal. – dice David. Otro amigo de Isabela y de Noé. – tal vez lo hace por ser gentil.
-¿tu creer?
-claro. Según es un hombre de edad mayor.
-¿y eso que? Eso no le impide que él quiera conquistarla
-¡¡bueno ya!! Basta. Se ve que es muy social no solo platica conmigo. Platica con otras chicas y no solo de mi edad. Platica con otras señoras.
-ojo alegre. – dice Noé.
Saliendo del gym Raúl regreso a su casa cómo todos los días. De nuevo sin tener éxito en la propuesta de llevarla a su casa.
-¡¡ya llegue!! – Grita Raúl entrando a su casa – hijo ¿ya estas acostado?
-si. ¿Qué tiene de malo? – contesta Ángel desde su cama
-¡¡son las 8 de la noche!!
-¡¡estoy cansado!!
-no lo puedo creer. En plena edad reproductiva. ¡¡Con 30 años a las 8 de la noche estas en la cama!!¿Qué es lo que te pasa? aprende a mí. En la mañana fui a jugar golf, después fui a comprar la comida de hoy, fui al súper y fui al gym.
Y esa es la discusión de todos los días.
-ya está la cena. Cómo te fue en el hospital hoy – pregunta Raúl.
-normal. No tuve mucho trabajo. Solo tres pacientes.
-¿solo 3 pacientes? ¿Solo tres pacientes y estás cansado?
-¿te estas burlando? – insinúa Ángel
-deberías aprender a Isabela. Tu no haces ni la mitad de lo que ella hace.
-¿y que cómo vas con ella? ¿Si afloja?
-¡¡hijo!! ¡¡No me faltes al respeto!! Ella es una amigo cómo muchas que yo tengo en el gimnasio y en otros lugares. – dice Raúl levantándose de la mesa.
-pa´ ¡¡solo fue un comentario no te pongas así!!
-no hijo. Me siento solo. Desde que murió tu madre no he conocido a una mujer. Hasta el día de hoy he respetado esta casa. Me dolió la pérdida de tu madre.
-a mí también me dolió. No seas así papá. – Ángel responde serio.
-eres tú el que está mal. Yo salgo, convivo con la gente, hago ejercicio. Tú te refugiaste en el trabajo. No sales, no vives. No puede ser a tus 30 años...
-¿que? ¿¿A mis 30 años no estoy casado?? Pues sí. Soy un hombre amargado que nunca se va a casar.
-no hables así. Es esa actitud la que no te deja ser feliz.
-mejor júntate con esa mujer de la que tanto hablas y déjame en paz. – dijo Ángel y se metió a su cuarto.

Continuara…