EL ÁRBOL DEL CHIVO ENAMORADO.
Cuenta la leyenda, que hace muchos años, un chivo perdió a su amada. La buscaba día y noche por semanas, meses enteros, sin poder hallarla. Cierta mañana, subió hasta lo más alto de la montaña de donde se divisaba todo el valle, seguro estaba desde aquí poder encontrarla. No suficiente la altura de la montaña, trepó un árbol, pues desde ahí podía verse todo el valle, y seguro estaba, que daría con su amada.
Una vez en lo alto, colocó su mano en su frente mirando intensamente hacia todos lados. Pasaron los días, las semanas y los meses, y el chivo no bajaba del árbol, mientras el viento quien haciendo su trabajo jugaba con su barba, su larga barba, enredándola día adía en las ramas de aquel árbol. No se daba por vencido a pesar que las pocas fuerzas que le quedaban le rogaban abandonar la misión, hasta que un buen día, como un milagro, dentro de la espesura del hermoso y dorado valle, embebido del frescor y la belleza de cientos de guayacanes en flor, vio una destellante y blanca luz, la que le hizo levantarse bruscamente, sostenerse con fuerza en sus agotadas y débiles extremidades, alargar su adolorido cuello para poder divisar lo que para él era la joya que buscaba. En efecto; ¡como un milagro! esa luz divina dejó ver la silueta de una contorneada figura de esbelto cuello, de coqueta cintura, de larga y brillante melena, ¡belleza inigualable!... No dudó un instante, y como un loco, saltó en busca de su amada, sin percatarse ni importarle que su crecida barba formaba parte de lo que fue su morada por mucho tiempo, el árbol. Quedó la misma colgada de sus ramas, adornándolo con singular manera, la que empujada por el viento se columpiaba de un lado al otro, dando a este de por si hermoso árbol una apariencia única, pues parecía sacado de un cuento de hadas...
Nunca más se volvió a saber del tenas animal, ni de su amada. Se comentaba que por fin la encontró y juntos fueron a recorrer nuevos y fértiles valles.
Desde ese día, los chivos suben al árbol con la esperanza de encontrar su amor, y dejan sus barbas colgadas, empujadas por el viento...
Este es el árbol del Chivo enamorado, al que lo pueden encontrar en la provincia de Loja, en nuestro bello Ecuador, por Mangaurco, Zapotillo, cuando van a admirar ese bello espectáculo que nos brindan los guayacanes con su florecimiento.
.....................Fabián.
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