Sin la poesía,
¿de qué manera
darse la frente contra la pared
sin dejar hematomas?
¿Cómo podría explicar
Este ocaso en el alma o aquel otro?
Sin la poesía el alma
Del hombre se congela
Dejando solo la carcaza
Tan vacía y tan muerta

¿Y cómo hubiese encontrado yo,
La manera de contaminar con flores
Mis palabras, y desangrar
Con sus pétalos este mundo?
Me hubiese ahogado
En un mar de inframundo
Arrojando mi inútil lengua a sus abismos

Sin la poesía no podría concebir
Esta existencia desprolija
Y desde el ciego al más alerta
Reconoce su presencia
Aunque desapercibida pase
Y se escurra entre los dedos
Aparece en esas noches
Que despabilan a bofetadas
La noche triste en que la muerte
No se duerme en los laureles.