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Inicio / Cuenteros Locales / buey99 / LAS PALOMAS DE HANNIBAL LECTER

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QUIEN DICEN SE ENTRETENIA ESTUDIANDOLOS DESDE EL PATIO DEL MANICOMIO PREVIO LA FUGA ANTE LA SEGUNDA ENRTEGA DE LA SAGA SUYA Y CINEMATOGRAFICA
Y según estas voces y algún texto de anotaciones a modo de diario hecho por el mismo doctor-por lo visto-la cuestión a tratar era los distinos batidos de ala como modos o estilos de volar respecto a los diferentes indiviudos que habia observado y las posibles causas a que atribuir dichas variaciones…

Yo, sin embargo, discrepo en este punto, pues según las observaciones mías y respecto de una población de palomas (consistente en unos 20 ó 30 individuos) en una zona urbana aunque abierta y colindante con areas verdes y de bosques, lo verdaderamente interesante es en realidad y a mi parecer el modus operandi más bien social del grupo en su conjunto, en vuelo y bajo el asedio diario constante de por lo menos un halcón;

Que es de hecho y según mi simple observación, de ninguna manera docta en este tema, la presencia del halcón como fuerza de selección natural, despiadada y tenaz que acaba definiendo de hecho los modos de proceder en grupo de las palomas-y hasta de una especie de fisiología grupal respecto de como vuelan en grupo y ante la exigencia mortal de mantenerse unidos, siendo siempre las palomas individuales rezagadas y momentáneamente díscolas respecto del grupo en sí a los que el halcón acaba dirigiéndose finalmente en todo su rauda furia de los asaltos áreos;

Que claramente la táctica como pauta natural del halcón es la de deshacer en lo que puede el grupo, siendo el movimiento no sincronizado de un individuo en concreto en vuelo lo que más atrae la atencion y esfuerzos asesinos, al final del depredador;

Como si la propia fisiologia del halcón fuera dictada y dependiera de la de las polomas-o al revés: que seguramente-claro-son las palomas, a lo largo del tiempo y sucesivas generacionse, e incluso también por medio del aprendizaje indivudal y en vida (o ambos factores al mismo tiempo) que han acabado siguiendo pautas de maniobrar con las mayores probabilidades de sobrevivir-puesto que son esas puatas que efectivemente siguen prometiendo para ambas partes en realidad que este espeie de juego como interacción de vida y muerte como la vida misma en sípueda seguir desarrollándose en el tiempo, día tras día;

Que la interdepencia respecto del uno del otro, quiero decir, es total como la viera, claramente, el mismísimo Darwin.

Y asi el efecto óptico que tiene lugar en cuanto al tamaño de la bandada y los cambios de luz sobre los cuerpos de las aves que viran asi de repente y como si de un solo objeto áreo-e imponente desde luego-se tratara;

Como efecto óptico ante todo según el ojo del halcón y en su percepción visual pues crea claramente un efecto amenazante y de intimidación, por tamaño y el cariz singular y de un solo objeto mas los ligeros cambios de luz como reflejo, segun las distinas partes de cada ave al girar y segun la posición del sol-que esto al final se debe de percibir muy a la manera de los grandes puntos como ojos que las marioposas pueden llegar a tener en las alas como si de grandes ojos enemigos y depredadores se tratara…

Claramente, la brusquedad y precsion de las palomas en grupo y otras especies de aves siempre más pequeñas que el halcón, y por tanto de presa para él real y viable, confunden visualmente al ave atacante-y posiblemente es el grado intensidad del grupo de palomas en formacion que inevetbalmente acaba dejando suelto con frecuencia algún rezagado que sirve él mismo como una especie distracción protectora respecto del grupo-como una forma de artimaño engañabobos al que siempre se lanza el halcón;

De hecho he pensado que algunos de estos individuos díslocos pueden incluso cumplir esta función adrede, como a sabiendas que así desvian al depredador en su atención a través de su simple fisiología como percepción al que está igual e inexorablemte sujeto, dando tiempo a que se aleje el grupo, pues no siempre incluso en esa circumtancias alcanzará el halcón su presa, aunque el ver a una paloma díscola cuando el halcón ya está detrás especialmente suya, con toda su velocidad enconada y feroz, es un espectáculo verdaderamente dramático de destreza áreo espcialmente por parte de la paloma que es más ligera, aguanta mas tiempo a pleno rendimiento de vuelo y es capaz de grandes y repentinos cambios de altura (incluso normalmente la paloma en esa circunstancia suele salir indemne, según lo que he podido observar, siendo la sorpresa total en realidad la única forma asegurada que tiene el halcón de comer, finalmente y al menos resepcto de las palomas).

Como contraste, los cuervos, por ejemplo van mucho mas sueltos y nunca en formación realmente cuando vuelen pues de hecho aunque se alarman y son siempre conscientes del punto exacto donde se encuetra el halcón cuando aparece, no parecen tenerle en realidad mucho miedo puesto que, aparte de su propia y natural agresividad, son practimente del mismo tamaño del halcón.

Y me llama pues mucho la atención que el doctor Hanibal Lecter no se fijara precisamente en este aspecto-o pudiera ser que las palomas que observara él no estaban sujeto como comunidad al acecho permanante de un depredador…

Que si algun día me topo con el se lo preguntaré al respecto, seguro, vamos-además de alguna otra pregunta para mí relevante, desde luego.

...Esto del inspector italiano de policía y el porqué tuvo el doctor Lecter que lanzarle al final por el balcón de la catedral cuando ya le había hecho ver su mediocridad y filisteísmo personales-que verdaderamente había aprendido algo, por fin, respecto de sí mismo y de verdadero valor a partir de es momento y respecto de la vida ahora renovada-¿porqué terminar entonces con él…?

Ya os contaré lo que sea:

https://www.youtube.com/watch?v=DXK1B3oYXtg




______________________
L etra (parcial) de la cancion de Loquillo basada en una composicion de Octavio Paz (sobre un cuadro de otro pintor, orginalmente):

Verdes y negras espesuras, parajes pelados,
río vegetal en sí mismo anudado:
entre plomizos edificios transcurre sin moverse
y allá, donde la misma luz se vuelve duda
y la piedra quiere ser sombra, se disipa.
Don´t cross Central Park at night.

Cae el día, la noche se enciende,
Alechinsky traza un rectángulo imantado,
trampa de líneas, corral de tinta:
adentro hay una bestia caída,
dos ojos y una rabia enroscada.
Don’t cross Central Park at night.

No hay puertas de entrada y salida,
encerrada en un anillo de luz
la bestia de yerba duerme con los ojos abiertos,
la luna desentierra navajas,
el agua de la sombra se ha vuelto un fuego verde.
Don’t cross Central Park at night.

El espejo es de piedra y la piedra ya es sombra,
hay dos ojos del color de la cólera,
un anillo de frío, un cinturón de sangre,
hay el viento que esparce los reflejos
de Alicia desmembrada en el estanque.
Don’t cross Central Park at night.

Abre los ojos: ya estás adentro de ti mismo,
en un barco de monosílabos navegas
por el estanque-espejo y desembarcas
en el muelle de Cobra: es un taxi amarillo
que te lleva al país de las llamas
a través del Central Park en la noche.


http://guaridadelpensamiento.wordpress.com/2012/06/24/poema-central-park-de-octavio -paz/


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Texto agregado el 05-11-2014, y leído por 1302 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
07-11-2014 Esas palomas díscolas me recordaron a los buitres, ya que actúan de una manera muy similar cuando pasan a la ofensiva. stracciatella
06-11-2014 LA FISIOLOGIA DE HANNIBAL LECTER: tambien a igual que el halcón, el inteligente y sagaz doctor está en realidad atrapado por el mismo gusto que se supone que tiene resepcto del matar-que no puede consigo mismo en este sentido y refrenar sus impulsos, por mi distorsionado que resulte el personaje como heroe moral nada real en este sentido por lo menos en la segunda pelicula... oxi22
06-11-2014 Tu elucubración referida al instinto de ciertas aves de agruparse para ofrecer un blanco menos vulnerable a las garras del depredador encuentra un mejor ejemplo en las sardinas, que aglomerándose en cerrados bancos escapan más fácilmente de las fauces del tiburón. Pero claro, el buen Aníbal no estaba en el mar… ni tú (quiero suponer) sabes bucear. Alambicado tu texto pero interesante. ZEPOL
 
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