REENCARNACION DE PENSAMIENTO
Después de un largo viaje, Keyla disfrutaba de sus vacaciones, para ella cada momento era precioso como una joya. La tarde despedía al eclíptico y hermoso crepúsculo y empezó anochecer y la atmosfera se torno fría, Keyla prendió la chimenea que inmediatamente empezó a chisporrotear y a darle calidez a la casa,
se asomó por uno de los cristales de uno de los ventanales y el cielo nocturno mostraba la aterciopelada noche con la exquisita belleza de la luna con un aura brillante que la hacía ver mágica y misteriosa, después de contemplarla, dio las gracias por existir y recibir los obsequios divinos de cada día, tomó un libro dorado de uno de los anaqueles, iba a empezarlo a leer cuando de improvisto sintió como que le hubiesen removido un velo delante sus ojos, y como atraída por un magnetismo, sus ojos fueron atraídos hacia un violín que había pertenecido a su familia, habiendo sido restaurado muchísimas veces, pasando a manos de generación a generación, tomó el violín en sus manos y lo afinó con gran maestría como ella solía hacerlo, mientras lo tocaba su mente se elevaba y el violín iba generando constantes vibraciones que producían ondas sonoras y luminosas , repentinamente sintió como la mirada de alguien, efectivamente era una niña que la miraba como escudriñándole el alma, dejó de tocar para preguntarle que por donde había entrado, porque su casa estaba cerrada herméticamente ,pero en un pestañear de ojos la niña desapareció, y ella sintió un viento resonante con unos pasos invisibles que la condujeron a una habitación animada por bustos de filósofos incrustado en la pared, empezó a mirarlos y repentinamente vio un cuadro con la niña con un violín en sus manos ,el pintor la había pintado con un rostro áureo y una sonrisa enigmática, ella empezó a contemplar el retrato de la niña que le trasmitía inefables sentimientos, era como que la hubiese conocido anteriormente, repentinamente sintió como un impulso de ver quién era el pintor de tan enigmático retrato pero algo cayó del retrato y era un manuscrito casi desdibujado por la patina del tiempo que decía: Tu eres la reencarnación de mi esencia, has viajado conmigo donde no hay espacio ni tiempo, Yo soy la luz de tu pensamiento.
FIN
Cuento de enigmas por:
Maite Katiuska Moreno
04-11-2014
|