Continuación...

XXII. CONTRADICCIÓN VITAL

Quieres y no quieres sentir la realidad
la que conmueve tus sensaciones,
quieres y no quieres vivir los sueños
los que conmueven tus emociones.

Entras en tus sueños por profundas gargantas
ocultas entre acantilados con cactus de aretes.
Nadas en los suaves oleajes que pestañean playas
y agitado braceas por el Drake, unión de aguas.
Tienes fuerzas para caminar por las rocas
cuñas del precipicio, cancerbero de grutas sagradas.
Pleno de vitalidad, unes las trizaduras de tu alma
provocadas por tanto retener el oleaje del océano
surcado por naves furtivas con sombras de pasajeros.

Y cuando llueva, llueva, llueva sobre tu continente
mojando la espuma de tantos afiebrados sueños
y te encuentres con los fantasmas surcadores del éter,
viajarás junto a ellos a través del sendero de la realidad,
tripularás la nave surcadora de todos los mares
hasta las columnas de las cavernas, encuentro de aguas.

Quedarás estremecido entre risas y llantos de vigilia
inserto en los instintos y en los ensueños de la vida
¡vivirás a un tempo en el reloj de lo claro y oscuro
acomodado en las butacas de los sueños y de la realidad!

© Lionel Henríquez B. Julio de 1993.