Me dijo un amigo un día que él sentía una envidia sana por mis versos que engalanan el amor con poesía. La envidia no es un valor es un defecto del hombre un sentimiento deforme que corrompe la amistad. Yó prefiero dar amor mucha alegría y bondad en mí corazón no habrá un lugar para la envidia. El que siente envidia sufre los prejuicios del culpable que nunca escuchó a su madre los consejos de la infancia. Por último doy un consejo a mis amigos y hermanos es mejor morir de risa que llorar por lo que aún no has logrado.
Texto agregado el 02-11-2014, y leído por 227 visitantes. (4 votos)