And this night seems like a cold night. A fearful one. A night of costumes and masquerades and false visions. A lonerly night, like all the others. Another one of my meaningless nights that will pass without leaving a mark. A night full of silence. My silence. my evasive silence. That silence that is the only thing left here when I don't have anything to watch, anything to sing to, anything to masturbate to. That silence that speaks so fluently to me, silence that tortures me ever so smoothly. It tells me: You are alone. You are lonely. You are worthless. Unworthy of human company, it shrieks into my ears.
And, amidst that dreadful silence, I wonder. I try to run. I hide behind singing and writing, notes and letters oh so purposeless. Just to get away, to take even a measly step away from the guilt and the shame and the thinly veiled chains that tie me to my psat self. I wonder, sing, write, play and wail, trying to dislocate my arms, my mind, my soul from the place I'm stuck in. But the silence follows me everywhere I go and it brings its torture with it, and it brings its questions with it , unanswered. The silence, ever pursuing, places the past on my shoulders and traps me with my loneliness and sticks things, horrible things, down my throat, clogging it up, drowning me in its own silent nature.
I had some words to finish. I had some words to lose conscience to. But my clogged throat cannot produce any sound whatsoever anymore.
The last, my last, this last play on words is lost.
Bang Bang, Smack, Ouch.
P.S: I'm sorry, Emmy.
https://www.youtube.com/watch?v=_nEIuinQCeg
Traduccíon, a pedido popular:
Y esta noche parece una noche fría. Una miedosa. Una noche de disfraces y mascaradas y visiones falsas. Una noche solitaria, como todas las demás. Otra de mis noches sin sentido que pasará sin dejar marca. Una noche llena de silencio. Mi silencio, mi evasivo silencio. Ese silencio es la única cosa que queda, caundo ya no tengo nada que ver, nada con lo que cantar, nada con lo que masturbar. Ese silencio que me habla tan fluidamente, silencio que me tortura tan suavemente. Me dice: Estas solo. Eres solitario. Eres indigno. Indigno de compañía humana, me grita en los oídos.
Y, en medio de ese espantoso silencio, me pregunto. Corro. Me escondo detrás de cantos y escritos, notas y letras oh tan inútiles. Tan solo para poder alejarme, para tan solo poder dar un miserable paso lejos de la culpa y la vergüenza y las cadenas delgadamente cubiertas que me atan a mi ser pasado. Me pregunto, canto, escribo, juego y me lamento, tratando de dislocar mis brazos, mi mente, mi alma de este lugar donde estoy atrapado. Pero el silencio me sigue dondequiera que voy y me trae su tortura, y me trae sus preguntas, sin responder. El silencio, siempre en persecución, coloca el pasado sobre mis hombros y me atrapa con mi soledad y me mete cosas, horribles cosas, en mi garganta, tapándola, atragantándome, ahogándome en su silenciosa naturaleza.
Tenía algunas palabras con las que terminar. Tenía algunas palabras con las cual desmayarme. Pero mi atragantada garganta ya no puede producir ningún tipo de sonido.
El último, mi último, este último juego de palabras se perdió.
Bang bang, Smack, Ouch.
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