Me comprometí a mí mismo escribir algo mensualmente, cierto he fallado, pero retomo mi promesa y aquí estoy escribiendo sin saber qué; por cierto es el último día de octubre 2014 sin escribir nada en el mes y quizás un pésimo día para ponerme en estos menesteres, con el ánimo por el suelo, lejos de mi familia en la ciudad de Santiago de los caballeros, trabajando en el ayuntamiento de dicha ciudad en el área de educación ambiental y mi familia en Santo Domingo de Guzmán pido a Dios por su protección.
Antes de escribir esto pensé que sería interesante escribir sobre el mandato que se le dio a Adán en Génesis: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase” (2:15). Yo quería resaltar la importancia bíblica de la protección ambiental (lo guardase) y la educación ambiental (lo labrara). Pero será en otra ocasión, pues no estoy de buen ánimo, que Jehová Dios le bendiga.