Yo creo en el presente y la promesa que puede convertirse en realidades. Aspiro a transformar casualidades en fe, felicidad, también certeza. Me entrego sin pensar a la belleza que encierran solamente las verdades, y oculto sin piedad debilidades debajo del disfraz de fortaleza. Porque logro entender que está en la entrega, la paz que necesito cada día para poder seguir mi aprendizaje. Consigo ver la luz que al fin me llega; oleadas de misterios y armonía que unidos van sembrando su mensaje.
Texto agregado el 30-10-2014, y leído por 370 visitantes. (8 votos)