La casa huela a pan casero
y polenta.
Comida poriajhú
Pero comida honesta.
Mi madre siempre me espera
con las puertas abiertas,
con una silla vacía,
pobre y vieja.
Entonces mi madre
reza para bendecir la mesa.
La casa huele a pobreza,
paredes despintadas
y cortinas nuevas
son los estrenos de mi madre
que al fin y al cabo son honestas.
Y me sirve la comida
y su mirada algo espera.
Debe ser que no entiende
el por qué de su pobreza.
Entonces yo la consuelo
y ella se deja.
Comida poriajhú,
- me dice casi contenta -.
pero comida honesta.
A nadie hemos robado
el plato de nuestra mesa.
*Entiéndase que la palabra poriajhú es una palabra del dialecto guaraní y significa "pobre"
Texto agregado el 30-10-2014, y leído por 139
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
31-10-2014
Maravilloso.Fuera de la pobreza que puede ser muy grande,está la solidéz del amor y eso yo lo prefiero ante mucha riqueza.
Me encantaría tener una madre como la tuya,la mia se fue,y lo que cuentas me llena el alma de ternura.
Un abrazo y mis*****
Victoria 6236013
30-10-2014
Hermoso texto. Muy inspirador y emotivo. Lo disfruté Mauricio. Un abrazo. SOFIAMA
30-10-2014
Así sea pobre, la comida de mamá no la cambio por nada.UN ABRAZO. GAFER
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