Estuve pensando en ti con desamor pero con nostalgia. Oh, Dios, como deseo calentar mis manos entre tus tibios muslos y besarlos y morderlos. Supongo que eso es imposible, nos separan 7 mil kilómetros y más de 30 años de diferencia. Escucho música, escribo, bebo y a veces me voy a nadar a un mar helado y solitario. Pero pienso en ti con desamor pero con nostalgia y mucho, demasiado deseo. Mi pequeña habitación, la botella de vino y dos copas, una cajetilla de cigarrillos, galletas, queso, música y un incienso prendido esperaban verte llegar con esas tus piernas largas enfundadas en un ceñidísimo jean y tus turgentes senos bajo una blusa de flores. En tu bolso traías casi siempre un cuaderno lleno de las canciones que habías escrito. Y luego conversar horas enteras sobre tus sueños y finalmente desnudarte y hacerte el amor con lentitud y mucha dulzura. Esas cosas no se olvidan con facilidad, te recuerdo con desamor pero con mucha nostalgia. Tal vez se deba a que después de mucho pensarlo, me di cuenta que tú nunca me amaste y que yo solo te deseaba.