Cuando los ojos se cierran
es el momento preciso
de la caricia, no importa que el viento
se estrelle contra la ventana.
La chiménea es una brasa
encendida en la noche,
pero el fuego está en los cuerpos
y el amor va entrando a la casa
como si fuera la llave por la cerradura,
afuera se escucha el canto de un pájaro
meciéndose en la rama
de un árbol milenario,
adentro los cuerpos con manos,
bocas y dientes eternizan el momento
más delicioso de la noche,
pero el minutero no es ajeno y marca
con una gota de sangre
el momento preciso cuando la llave
entra al interior de la rosa.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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Texto agregado el 30-10-2014, y leído por 421
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