Me preocupa que la lluvia se escuche diferente
Que mis días sean más largos que un instante contigo
Que de pronto, sin pensarlo siquiera
Me despierte con tu nombre en mi boca.
Cuántos cuerpos amados a medias hasta encontrarte
Cuántas noches en la barra de un bar imaginándote
Pensando en cada hebra de tu cabello cínico ondulando hacia mi como un veneno dulce.
Cuántas casualidades para hurgar en tus ojos
Demasiados segundos deseándote
Buscándole en mi cama desierta
Sin conocerte, sin despertarme
Pude haberte perdido con sólo equivocarme
De día, de hora, de vagón, de mañana
Y ahora soy uno más de los desesperados
Un insomnio durmiente
Una frase inconclusa
Vivo dos Soledades desde entonces
Dos frenéticas noches cada día.
Cuántas veces estuve tan cerca sin mirarte
Cuántas veces acaso
Miré otro cuerpo sin saber que era tuyo
En cuántas bocas desperdicié tus besos.
Hoy escucho la lluvia como un concierto sobre mi cabeza
Mis manos son distintas
Y mis vísceras
Y me hago de ti como tu sombra.