Necesito confesar algo.
Hace unos días en una conversación con un grupo de amigos de nuestras intimidades, se sorprendían y no podían creer que a mi edad no lo hubiera hecho;
.-para qué, protestaba yo, me encuentro bien así y la verdad no me atrae, no me apetece probarlo.
Seguimos hablando del tema y no salía de mi asombro pues todos lo habían hecho y eran y son personas normales, casadas y con hijos.
.- Juan yo conozco a la persona adecuada para la primera vez y vas a salir satisfecho..
.-No sé , no sé si me estáis tomando el pelo… es que me da no se qué.
Justo ahí soy virgen. Carcajadas
Por fin acordamos poner fecha para ir juntos con ese hombre amigo suyo; es de toda confianza, me repetía al notar mis dudas.
La noche anterior no pude conciliar el sueño, le daba vueltas y vueltas, me arrepentía y por otro lado pensaba que ya tengo años para no espantarme de nada…y en esta vida la valentía hay que demostrarla con todo.
Quedamos a las cinco y media de la tarde en su casa; allí nos recibiría a los dos; mi corazón bombeaba a toda velocidad. Cuando entramos me tranquilicé un poco; tenía muy buena facha, alto, delgado, con pelo canoso y con sonrisa en constante suspensión. La primera sensación era de una persona muy limpia, eso para mí es muy importante.
Me chocó un poco que de entrada así en frío hablamos de sexo , me preguntó como lo tenía ;
.-normal supongo le digo un pelín avergonzado ,
.-ahora lo vemos .
No me podía creer que me estuviera ocurriendo.Siguió preguntándome por el uso que yo le daba _ !!yo fascinaba!!_ ; me violentaba hablar tan francamente del tema, pero reconozco que tenía arte en su forma de preguntar e insistir en temas que para mi eran un tanto escabrosos ; la utilización que yo le daba y que tal me funcionaba; de nuevo era gracias a su arte , a su sonrisa y su franca mirada que consiguió que no abandonara la aventura; rezumaba una enorme experiencia.
Cuando pasamos a la habitación contigua y me pidió me quitara los pantalones y los calzoncillos, si que empecé a preocuparme seriamente por lo que estaba a punto de ocurrir.
Cerré los ojos un minuto, pero cuando los abrí un enorme escalofrío me cruzó todo el cuerpo: con gran parsimonia se untaba con vaselina su preservativo una y mas veces y me dice:
.-Juan agáchate y pon la cabeza en la cama.
Me sentí ridículo en esa postura esperando el efecto de la introducción temida por mucha vaselina que tuviera.
No me molestó mucho la verdad, al principio estaba muy tenso y él con voz suave me pedía que me relajara pues siempre resulta menos doloroso y a decir la verdad no es que me gustara pero debo confesar que disfruté con el resultado sobre todo con que todo acabara de una vez.
Cuando al final le pagué la cantidad convenida por sus servicios, y me preguntó que tal me sentía, le confesé que no esperaba que fuera así . Y me echó un piropo que hacía años no oía de nadie:
.-Juan la tienes como uno de dieciocho años.
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P,D. Por lo visto tengo que repetirlo, pues al parecer a partir de cierta edad la próstata en los hombres debe ser revisada al menos cada dos años
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