yo no soy el sol
que toca tu sombra,
ni la voz que te nombra,
no soy el fuego,
que quema tu pasion,
ni el latido de tu corazon.
yo no soy el gusano,
dentro de tu manzana,
ni la santidad de tus mañanas,
no soy la quimera de tus sueños,
ni el alero de tu esmero
no soy la tregua,
de tus jadeos,
ni el remedio de tus mareos.
no soy el paraiso,
de tu cielo,
ni la cicuta de tu veneno.
yo no soy el Dios de tu temores,
ni la flor de tus amores,
no soy la tierra de tus pies,
ni los plieges de tu vejez.
yo no soy el aceite que te unge,
ni el agua de tu sed,
yo no soy tu domingo de uncion,
ni la patente de tu restriccion.
yo no soy el vapor de tu cabeza,
ni la lluvia de tus ojos,
no soy el Cristo que te reza,
ni el perdon que te confiesa.
ALFREDO COSTANERA |