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Sonó el despertador a las 5:00 de la mañana… por un momento el pensó que era un día mas de labores en aquella oficina atestada de papeles ubicada en el sótano del edificio de la gobernación departamental… pero se acordó que no era su obligación ir a laborar… su vida laboral en aquel espacio oscuro había llegado a su fin… y había logrado una meta: era un pensionado mas de este país. Algo que muchos desean y pocos lo logran.

Sería uno más de los que inhumanamente harían fila cada mes en el Banco estatal del centro de la ciudad para cobrar su mesada pensional, aquella fila en la que se venden los puestos, que se pelean por que se cola uno que otro “avivato”, y aquella en la que les llego el fin de su vida a uno que otro anciano; hecho que fue noticia escandalosa en los noticieros de televisión, a manera de denuncia y que se espera se ponga fin a ese drama, pero solo son promesas y promesas... y esa fila interminable e inhumana, será otra vez noticia cuando en ella le llegue a otro anciano el fin de su vida.

Acostado, aun en la cama doble, solo, con los ojos abiertos, mirando el techo de la habitación, ya sin sueño, se puso a meditar sobre el día de hoy, lo que iría a hacer… iría al centro de la ciudad con la excusa de comprar el periódico del día, a dar un paseo… ya no iría en el transporte público, para tener mas tiempo y pasar por la carrera quinta, quizás encontrarse a un amigo cualquiera y tomarse un café, mientras conversan sobre los chismes del día, y ver la gente pasar…. O quizás iría con ese mismo amigo al café “Manolo”, aquel que queda en el parque principal donde van los pensionados a jugar dominó, billar y si se quiere, a jugar la suerte con las maquinas tragamonedas…

O quizás no se encuentre a un amigo, pensó, que haría… ya no habría café, ni chismes… ni café Manolo… ni jugar dominó, billar o probar suerte en las maquinas…. que haría entonces…

De pronto no quedaría de mas… dar un paseo por el malecón de la ciudad… aquel donde huele a mierda porque los indigentes de la ciudad lo tienen de cagadero y la administración municipal no le pone control a eso… y obviamente las basuras con su olor hediondo… pero allí habría mas… pasa el río… y en sus orillas se divisan los gigantescos Samanes, los Almendros y una que otra Ceiba y las iguanas trepando por los arboles… se dirigiría al monumento a “La Gaitana” y divisaría al horizonte el valle de las tristezas dividido por el ancho y en épocas de invierno, caudaloso río Magdalena… en medio del clima cálido propio del valle... no sería mala idea…

Pero eso no puede ser todo el día… que haría por la tarde… se quedaría en casa viendo los programas de televisión… que solo son concursos donde se juega con la alegría de la gente por vender un producto, formato copiado de los programas de la televisión gringa… no... no le suena muy atractivo…

Hummm… Ya… pensó que podría ir a la biblioteca departamental... aquella que tiene sus mesas y sillas que son muchas, vacías, porque en la era virtual todo se consigue por Internet… lo bueno y lo malo… y lo intermedio, por supuesto… miraría los estantes donde se ordenan los libros, apiñados por diferente temática: historia, biografías, literatura, y escogería uno que le llame la atención y comenzaría a leerlo… igual… en la casa hay pocos libros, solo quedaron en la pequeña biblioteca del corredor que da a la cocina, los de los hijos en su época escolar. Igual hace rato que no lee… y ahora tiempo queda de sobra… puede ser… puede ser...

Pero se acordó de algo… el tenia una pequeña cámara fotográfica, de esas que en la actualidad se pueden llamar “viejas”… no es digital... es de rollo plástico negro que se tiene que revelar para plasmar en un papel el instante que se tomo… fue la que usaba para tomar las fotografías familiares que reposan amarillentas en el álbum familiar que esta en el chifonier de la sala y que si da fe del paso del tiempo. Además no sería de mala idea hacer un curso de revelado de fotografía, puede ser por Internet… se acordó que en las películas había visto que se revelaban en un cuarto de luz roja. Podría adaptar la habitación de al lado de la cocina para ello… y se dedicaría a pasear con su cámara y tomar fotos de los instantes de la ciudad... aquello que no es muy común de observar…. Pasear con la cámara, tomar fotos y posterior hacer el proceso de revelado en la habitación de al lado de la cocina… puede ser… puede ser…

El siempre es de pensar las cosas y hacerlas… como lo había pensado esa mañana en la habitación acostado en la cama desde que sonó el despertador, hasta antes de las 6:00 de la mañana… y se dio cuenta de algo… estaba pensando en el... libre de las ataduras de trabajar para conseguir el dinero para sobrevivir... ya había logrado su pensión… los trámites legales… esos que son demorados ante el Seguro Social, ya estaban hechos. Su mesada pensional ya estaba reconocida… tendría una nueva vida…

El, es don Héctor, mi vecino de la casa de al lado, la de la casa de la familia Sánchez. En el periódico amarillista que circula en la ciudad, ese que en su primera plana aparecen títulos escandalosos, amenizado con fotografías de accidentes y asesinatos, en fin desgracias locales, apareció el día de hoy la foto de un cuerpo tirado en una calle del centro de la ciudad tapado con una sábana blanca; el titular de la foto, en letras negras y grandes es: “Muere anciano fotógrafo de un ataque cardiaco en una calle del centro”. Al leer la noticia, me doy cuenta que es don Héctor… el día de ayer con su cámara fotográfica al cuello, repentinamente llegó el fin de su vida. A él se le veía a todos los días excepto los Domingos y festivos, pasar por la calles del barrio con su cámara al cuello… y escribo estas líneas para describir, creo... en lo que pensó don Héctor el primer día que no tenía que ir a trabajar a la oficina de archivo de la gobernación… cuando comenzaban sus días de pensionado…

Texto agregado el 25-10-2014, y leído por 107 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
18-08-2020 Relatás muy bien lo que se debe sentir ese día. Recuerdo que mi madre el día que se jubiló y se dio cuenta de que su obra social era Pami (la de los jubilados acá) me dijo: ¿te das cuenta? Ya soy oficialmente vieja. MCavalieri
31-03-2016 Sería interesante saber cual fue la última foto que tomó don Héctor. ***** pintorezco
25-10-2014 Lástima no haber podido hablar con Dn.Héctor, para regalarle una agenda de las que yo uso.La mía sólo tiene las pastas y la "tirita" y es especial para jubilados.UN ABRAZO. GAFER
 
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