"Como si me tuvieras nadando entre tus brazos,
donde las aguas corren dementes y perdidas.
Igual que cuando amaste mis ensueños inútiles,
apasionadamente, despídeme en la orilla..." (Julia de Burgos)



Le quitó el sostén, su sostén favorito color oro, contempló la caída y los contornos de sus pechos, la llevó contra si y deslizó la nariz por su cuello; su perfume con olor familiar, le recordó esos cuadros de pintores callejeros en la feria de san Telmo y pensó que hubiera querido, alguna vez, estar allí con ella. Con su derecha apretó uno de sus pezones y empezó a dibujar círculos.

Ella no podía quitarle la mirada de encima, esperaba en calma que se la comiera a besos, que la hiciera suya.
Esperaba en calma porque siempre esperó, esperó a pesar de las mujeres y los hombres que pasaron por sus cuerpos, por sus vidas.

Y allí estaban, no debían pero estaban, cumpliendo un juramento implícito, reabriendo y lamiéndose una a una las cicatrices que dejó el abandono, el olvido.

Ella, ahogaba sus gritos con la boca abierta.
Él, callaba contra sus caderas.

El tiempo era de ellos, la distancia era de ellos; la vida, por vez primera, la conjugaron ellos.

Era el hombre de sus luchas infructuosas, inventando una danza sobre ella.

Él consintió y ella le arañó en la espalda los reclamos, los recuerdos. La hizo sentir que se moría, la hizo llorar de antiguo amor y de placer.

Aprovecharon esos veinte minutos para devorarse enteros, se perdonaron con el vaivén frenético cada siglo de ausencia.

La amazona galopante, sin prejuicios ni resentimientos, volvió al encuentro de sus ojos, lo grabó en ella. Paseó su acento extraño y enloquecido por su oreja.

...Sus sexos fusionados convulsionaron mejor que sus letras.

Al final, ella se sentó en la cama, empezó a vestirse, se acomodó el pelo, se dio cuenta de que olía entera a él y humedeció sus labios.

Él, ya vestido y en silencio le acarició el rostro.

Mirando el reloj, supieron que debían volver a sus vidas, a otro hombre, a otra mujer...

Pero esta noche...
decidieron no despedirse.