¿Porqué me miras así, Ana?
¿Porqué me haces creer que el universo es perfecto?
Tus ojos me hacen creer
que no hay posibilidad de error
por la inocencia y sus liduras.

¿Porqué me miras con esos ojazos
de infancia y negror?
¿Porqué me invades
con ebánicas primaveras?
¿Porqué no me dejas seguir
la huella errática de la indiferencia?
¿Porqué confirman que existe el amor
solo con su mirar dulce?

¿Porqué Ana,
porqué no puedo dejar de pensar en vos,
en tus ojos,
en esa mirada
de pantera y ángel de la guarda?
¿Porqué miras así,
con esa brisa felina
robada a la más negras de las noches?

¿Porqué, Ana, el cosmos
se parte en preguntas indómitas
cuando tus ojos me miran así,
así con ojos de hija traviesa y mal criada?
¿Porqué, porqué no puedo detener las preguntas?
¿Será que soy un padre
totalmente desarmado?

¿Porqué me miras así, Ana?
¿No ves, acaso, que estallo
de amores ciegos inundados de: ¡te quieros!?