Mañana Mañana, cuando amanezca, escurre la noche de ayer sin estrellas. Y tiéndela al sol para que pueda de nuevo valerme de ella. Que me baste para enjugar tus lágrimas y las mías. Que me sirva para arropar el dolor que que grita en la herida. Mañana, cuando amanezca, escurre la noche de ayer sin estrellas. Y duérmela luego para que pueda columpiarme en ella. Que me baste para anclar tu piel a la mía. Que me sirva para beber del charco donde agoniza mi vida.
Texto agregado el 21-10-2014, y leído por 246 visitantes. (4 votos)