UN POSIBLE FUTURO
Gómez se levanto temprano como todos los días de su vida, desayuno, regaño a sus dos vástagos que estaban haciendo el bruto, también como todos los días, hizo una carantoña a Mary su esposa y salio presuroso hacia la oficina.
Trabajaba en una gran agencia de viajes, que se encargaba de organizar casi el cien por cien de los viajes de los habitantes de su pequeña ciudad y también como todos los días, tanto él como sus compañeros se vieron inundados de inmediato con múltiples problemas y reclamaciones de todo tipo.
Cuando no era una familia que venia a quejarse de retrasos en los aviones, era otra que denunciaba que el hotel recomendado no había estado a la altura de lo esperado y una tercera que se quejaba de que el precio de su previsto viaje era excesivo.
Tuvo un día agotador y muy estresante que aun se agravó mas cuando Mary le llamo a media mañana para quejarse del enésimo fallo de uno de los robots/humanoides que tenían en casa para su servicio, como ocurría en la mayoría de las familias del mundo entero.
Aunque hacia muchas décadas que todos los trabajos duros, repetitivos y molestos se habían trasladado a los robots/humanoides, la verdad es que la situación no llegaba a ser idónea.
Los robots/humanoides fallaban mucho, su mantenimiento era muy caro y necesitaban por una serie de razones una atención muy especial, tenían comportamientos erráticos y a veces perdían el interés por realizar las tareas que se les encomendaban y se comportaban como si actuaran por cuenta propia.
Gómez estaba totalmente en desacuerdo con su utilización, le parecía una mala solución y pensaba que era mejor realizar y asumir todos los trabajos fueran los que fueran y desprenderse de la carga de los humanoides.
Llego a casa enfadado y harto por tener de nuevo que ocuparse de X27-A su robot/humanoide encargado de la limpieza y de las tareas de la casa, pero estaba aun aparcando el coche cuando aun aumento mas su frustración cuando Mary le llamo de nuevo para pedirle que fuera a recoger a Carlos y a Luisita, los niños, que todavía estaban esperando en el colegio, porque su otro robot domestico un modelo ZZ14-3 cuya misión era recogerlos, también se había estropeado y estaba sentado e inactivo en el porche de la casa.
Estaba harto, más que harto y cada vez más convencido que los humanoides más que una ayuda eran una carga que no estaba dispuesto a soportar.
Al fin y despues de recoger a los chicos llego a casa y trato de ver que pasaba con el X27-A y el ZZ14-3, en el caso de este ultimo lo entendía un poco, se trataba de un modelo ya muy viejo, que nunca había sido gran cosa ni en lo referente a diligencia ni a prestaciones, pero el X27-A era casi nuevo.
Y allí estaban los dos sentados con caras neutras y miradas ausentes, en principio pensó que seria lo de siempre, que necesitarían recargarse de energía, una necesidad a la que había que atender diariamente, mañana, tarde y noche..
Primero analizo a ZZ14-3, y enseguida vio que el problema no era falta de energía, tenia una de las piernas de un color que no era normal, algo amoratada, inflamada y muy caliente y estaba torcida en una extraña posición, algo se debía haber roto en su interior, que no podía solucionar en ese momento, así que lo único hizo fue llevarle al garaje y mañana llamaría al distribuidor de humanoides para que trataran de repararle o si era necesario cambiarle por otra unidad.
En cuanto al X27-A, era como pensaba que estaba bajo de energía un problema de fácil solución, le llevo a la cocina, le abrió una lata de judías, que sabia era un alimento que apreciaba y le dio unas magdalenas con mantequilla, con eso seria suficiente para que se reactivara, y no se equivoco, el humanoide empezó enseguida a devorar el alimento y sus ojos comenzaron a brillar de nuevo.
Problema resuelto, por fin había llegado el momento de ocuparse de sus necesidades.
Se acerco antes un momento a la habitación de los niños para asegurarse de que estaban correctamente conectados a la pila nuclear que les recargaba todas las noches y se aseguro de que Mary no olvidara de cambiarse el chip central de coordinación de movimientos, que ya estaba casi caducado y al fin pudo atender a sus necesidades, entro en la sala de reconversión y se cambio las extremidades inferiores de acero templado por otras de fibra de carbono preparadas para altas velocidades, mañana tenia una pequeña prueba atlética con otros compañeros y no quería quedar mal, se sometió a continuación a su cotidiana sesión de rayos gamma para regenerar su memoria interna, se reseteo y se desconecto hasta el día siguiente.
Todavía tuvo tiempo antes de perder la conciencia, de seguir pensando si no seria mejor eliminar de una vez a todos los humanoides o humanos como al principio les llamaban que solo les estaban produciendo dolores en las células cerebrales artificiales.
Fernando Mateo
Octubre 2014
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