LLEGASTE TÚ. Sin dudar un instante te elegí, No podía ser obra de la suerte; Toda mi vida esperando po verte Y preciso te apareces aquí. Tenías todo aquello que yo ansiaba: Los ojos divinos color de miel, El tono de la canela en tu piel, La boquita que a besar me incitaba. Perfecta eres de pies a la cabeza; Fuiste concebida sin un defecto; Como tú, estoy seguro,que no hay dos. Ninguna mujer como tú así besa. Después de admirar un ser tan perfecto, Como nunca exclamé: Sí existe Dios.
Texto agregado el 17-10-2014, y leído por 403 visitantes. (4 votos)