Papelonia del Sur 3
Me arrepentí. No puedo pedirle a mi hermanita que comente nada de la Página de los cuentos. No quiero que me pase lo de siempre.
Todos los escritores dicen que les encanta que los critiquen, ya sea para bien o para mal y que las críticas los ayudan a crecer y bla, bla, bla. Pero yo se en realidad lo que sucede siempre. Después no se la aguantan. Reciben una crítica mala (según ellos) y les agarra la chiripioca y gritan que es una crítica injusta. Se deprimen y algunos llegan casi al borde del suicidio y chillan y gritan que no solo hay mala leche en esa crítica sino que debe haber intereses espurios y un montón de cosas que a la larga terminan deprimiéndome a mí.
O que me expulsen del portal, como ya me pasó, sin tener nada que ver. Sólo por portación de apellido.
Y sin embargo, ella critica muy bien. Considero que es justa, ecuánime y lo que está mal lo dice sin pelos en la lengua. Solo es un poco mordaz y algunos creen que se está burlando, lo que no es así.
Mi hermana siempre reconoce que es un poco mordaz y ahora aprovecho que la Real Academia de la Lengua Castellana ha sacado sus últimas palabras, para buscar la palabreja “mordaz”. Me he llevado una sorpresa ya que según la que “pule, lustra y da esplendor” al idioma dice que significa: “que murmura o critica o que hiere u ofende, con acritud y maledicencia”. ¡De lo que me vengo a enterar! Significa lo contrario de lo que yo creía. O sea que mi hermana es una turra. Sabe que hiere y ofende con saña y a mí me decía que era un poquitito mordaz. No le puedo creer nada…
Me voy a negar rotundamente a ayudarla en la revista literaria que piensa editar. El día que haga una celebración por el primer número de Papelonia del Sur, (ya se estará ocupando Huguito de ello, que pera eso sí sirve) iré a comer y me beberé todo lo que encuentre y después “Si te he visto, no me acuerdo” Así aprenderá que tengo mis principios y que cuando yo digo no, es No.
Hace un rato me trajo algunas críticas de los trabajos que le había dado para que leyera y me dice que pida autorización a los autores para publicarlos en Papelonia, porque son muy buenos. Yo no quiero tener problemas con Negroviejo, ni con Yar, o con Piayacuna, ni con Filiberto o con –preciosa- y menos aun con Gafer o Mujerdiosa y tampoco con Girouette y menos que menos con Sofiama a la que le tengo un poquito de miedo, etc. Yo se que esto terminaría mal y no es justo. Además, Nilda es vecina mía, ya que vivimos en el mismo pueblo y no me gustaría que venga por mi casa a darme paraguazos, como me pasó con otra vecina. Estuve tres días escondido en el altillo, porque el marido además quería que le pagara el paraguas que se había roto en mi cabeza.
Si le diera algún trabajo para publicar, tendría que ser de algún escritor que no viva en la Argentina, pero no sé, me da no se qué…
Seguro que dentro de un rato vendrá a darme la Tercera lección de Crítica Literaria acelerada y condensada, pero se la va a tener que dar al gato, porque yo me voy. Chauuu
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