Perdí el corazón,
se fue ligero y deprisa como una pluma
decidido, enfrente la vida sin él un día
y aun bajo la cálida luz del sol
me encontré helado,
como una tumba

Perdí las manos una noche
fue en un cruel y sucio verano
y todo el amor que me obsequiaron
fue tomado por mis dientes
y fue molido sin cuidado
hasta volverse tan solo polvo

También perdí los ojos
se quemaron con el alba
y sin manos que me guiaran
sin corazón que me alumbrara
camine eternamente dormido
perdido, sin fe ni agallas

Golpee con mi frente
cada puerta de cada casa
pero nadie salió en mi auxilio
nadie pretende alquilar desgracias
me deje morir entonces
bajo la suave sombra de un castaño
y mi desorientada alma
no encontró camino alguno
pues no había cielo ni infierno
tan solo el vacío y la desolación.