Hombre me caes como un as jugando al póker exclamo Luis, al verme entrar al Cordano donde hacen la tertulia varios amigos míos, después de darse una vuelta por la casa de gobierno en busca de mentiras y embrollos, o por el congreso donde se saturan de oratoria parlamentaria hueca, aquí acostumbran venir a echarse un traguito de pisco sour producto de esta santa tierra peruana, uno de ellos me dice estamos tratando sobre ese alcalde que se levantó más de cien millones de soles y la chiquilla que tiene por esposa, ese amor es al chancho o a los chicharrones.

Hoy en día es amor a la billetera y lo demás es cuento.

Esa lengua viperina no te la muerdes comiendo, dice otro de los muchachos y agrega no juzgue así las cosas del corazón, ni califique ese capricho.

Pero hay que ser muy borrico para meterse en semejante disparate, el viejito alcalde ya no da ni con viagra y en la cárcel esta que ya quiere irse a visitar a don Sata.

Le compro joyas y una casa con espejitos por todas partes y un cuarto de baño que con tan solo mirarlo te pone como una lechuga, y la niña pintada de color rosa a eso le llamo suerte la de Roberto Torres.

Otro de los amigos dice yo por mi parte no vivo en un palacio, ni me siento en sillones de terciopelo pero voy por la calle con la mujer que me quiere tal como soy, al ir con ella voy rodeado de claridades y por donde quiera veo jardines y aspiro olor a flores, créanme patas en esta vida cada cual come en su plato y se debe contentar.

Otro de ellos dice feliz de ustedes y de otros que no saben ciertas cosas, si alguna vez llegaran a tomarle el gustito a un amor imposible, si se les presentara una chiquilla con un cuerpito que da comezón en el alma, que pasa junto a uno como si viniera chicoteando con una vara de azucenas, ya los vería con sus ropas trotando en ambulancia al sanatorio, y cantando esta estrofa.

Si es que te vas a Chiclayo
Chinita lleva tu estera
Porque las chiclayanas
Negrita duermen afuera.