MALIGNO


La mujer completamente desnuda recostada bocabajo felizmente satisfecha. Él, acaricia su espalda, recorre con el índice la femenina piel, se incorpora, le besa la nuca, la mata de sedoso pelo… lentamente vuelve aquel cuerpo que espera ansioso, entonces apasionado la besa, succiona su aliento, con tacto experto hurga sus adentros, le oprime con amorosa pasión los pechos…

¡Una sombra de terror le ensombrece el rostro! Aquel nódulo que acarició les cambió la vida desde ese momento. Luego, un largo periplo por hospitales de médico en médico, vanos intentos, el mal se propagó, la muerte no se compadeció de sus lamentos.