estuve toda la noche tratando de dormir... pero cuando no se tiene a una mujer a tu lado, como que el frío y la soledad pesan más... de pronto, quedé dormido... tuve sueños, de esos de donde no sabes por dónde empiezan ni acaban... cabezas de muertos empotradas en el piso, manos que brotaban de las paredes... un cielo de voces que alaban a un ser desconocido... aves lleno de luces... un mar agitado y de olas doradas... luego, una mujer vestida de negro... su rostro oculto bajo un velo... caminaba directo hacia mí... sus pies desnudos mostraban unos dedos como semillas de choclo... llegó hasta mí y sus brazos largos y desnudos, abrazaron mi cuerpo como una sierpe... el velo se desgarró y pude ver su rostro... labios encarnados y gruesos... ojos verdes como aceitunas... y una armonía en su rostro que buscaban toda mi pasión... me dejé llevar por ella y cuando quedamos como dos cerdos rodando sobre todas las cabeza de muertos, una voz brotó del cielo... "despierta", me dijo... un viento sopló con fuerza y todo desapareció... abrí los ojos y estaba en mi cuarto, envuelto en mis sábanas y mi manos no dejaban de soltar mi miembro viril... empecé a relajarme y me puse a meditar, pues, si bien deseaba, no sabía con exactitud si deseaba soñar...
el mundo seguía su curso y el alborear llegaba sin piedad sobre mi sudado cuerpo... me paré y luego de un baño, empecé a respirar aires libres de sueños y anhelos... y todo, un día como hoy en que no llega nadie a mi casa...