La cuestión termina siendo esta:
entre toda la miseria, el egoísmo, entre la tristeza y la violencia,
el desamparo, las injusticias...
Sigue existiendo un Mundo increíblemente hermoso,
y nunca deja de ser maravilloso el existir, vivir...
La cuestión es esa, la contradicción misma de la existencia,
cuando la música se hace más densa, y la atmósfera en tu cabeza se contrae,
cuando tu estómago se retuerce frente a los asesinos de la Naturaleza,
frente a la guerra del día a día, a la indiferencia de los hombres que marchan uno tras otro, siguiendo los mismos pasos...
hasta que de repente un pájaro... y el vuelo de una canción dedicada a un ángel;
y las risas lejanas de dos que están en la cama, desnudos, inmersos en su mundo de amor y piel, naciendo de a mordiscos;
y el río que te hace crecer el alma, el viento que te acaricia la cara,
el sol que nutre y te da vida,
el acorde de Re en una guitarra,
el de Sol en una armónica,
las vibraciones de un cuenco tibetano,
los perros que menean la cola y te saludan.
los gatos, Maestros de la vida, echados al sol, o ronroneando un corazón,
los colores que acompañan las emociones, las flores, los dibujos,
una mano extendida, una pierna descubierta,
un rulo perdido entre sábanas,
un mate a la mañana...
y así hasta el infinito, hasta en ínfimos detalles; como el pliegue de un baile, o una pestaña caída a punto de transformar-se(r) en deseo...
La cuestión es vivir en ese contraste, sabiendo construir la Imagen de este Mundo, siendo una pieza que crea la belleza y no el odio... Ni tampoco la lástima, ni la tristeza; como aquellos que renuncian a la existencia y se dedican a ser de esas piezas que no encajan con ninguna otra, porque se encierran heridas en si mismas... La apertura a lo Hermoso significa abrirse a formar parte del Gran Rompecabezas, tomando consciencia de qué pieza es cada uno... |