Le descubrí
saturados los ojos de asfalto;
el cielo sorbiendo de su caliz verde
donde el ramaje lujurioso
alberga los trinos inmemoriales;
mi corazón de zopilote
hurgaba su perfecta redondez
de selva lunar
posada en inmensidades de verdegales mieses
que rumiaban las reses a su sombra.
Por la noche, dicen,
es gigante tenebroso
donde nacen brazas sospechosas
que delatan tumbas de oro
al ojo codicioso del milpero.
Me sueño muero entre sus raices
velador de su eternidad amanazada.
Texto agregado el 01-10-2014, y leído por 89
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Lectores Opinan
01-10-2014
Duerme amigo entre sus ramas...este es arbol querido...crece con bellas damas...monjas blancas y la ceiba...es símbolo enaltecido...de mi tierra, Guatemala...y el cuz-cuz de zopilotes cala. za-lac-fay33
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