Mis ojos arden encendidos.
Mi mente se apresura.
Imágenes se suceden superpuestas.
Galopan las palabras en el aire silencioso.
Mi respiración resuena.
Mi espalda reposa.
Mi día se revisa.
Mis planes se reescriben.
Los diálogos del día se repiten.
El silencio se amplifica.
La noche surge.
La noche avanza.
La ansiedad me alcanza.
Mis pies descalzos palpitan.
Mi oídos zumban.
El insomnio despierta bullicioso a mis fantasmas.
La hora avanza .
El techo se dibuja y desdibuja.
Mi mente se enciende.
Mi cuerpo se resiente.
El insomnio se apodera de mi noche.
El cansancio se hace cargo de mis días.
Texto agregado el 30-09-2014, y leído por 149
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