Hay que ser esclavo para poder ser... ¡libre!
Hay que tocar fondo para poder elevarse como se eleva el Ave Fénix, tan alto como la profundidad del infinito.
Hay que sentir, padecer, sufrir los azotes de la desdicha, de la tristeza para ganarse... ¡el derecho a la felicidad!
Hay que vivir en desamor para desear y valorar el... ¡amor!
Hay que sufrir la indiferencia de un desencuentro para anhelar un profundo... ¡encuentro!
Y no hablo de sexo, que encuentro de sexos se ven en todas partes, en todas las esquinas, en todas las superficies. Hablo de Encuentro de Almas, de Seres, de... ¡partes!
De partes de una misma alma, de partes de un mismo ser, no humano sino... ¡espiritual! ¡Oh! ¡Alma de mi alma, parte de mi ser!
¡Cuánto ansío amado mío, el encuentro de nuestro ser!
¡Cuánto ansío vida mía ver un nuevo amanecer!
El amanecer de un nuevo día, de un nuevo día para nuestro Amor... ¡ser!
Te espero, te amo, te ansío, te sueño, como quiero amado mío.... ¡volver a nacer!
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