Encadenado, miraba caer
Pesadamente la lluvia
Las nubes borrachas
Se reían de mi fortuna
Y yo me cargue sus injurias
Y sus burlas hasta el mismísimo
Fondo de mi infierno

Mire el almanaque
Y los números se parecían
El corazón hostigado
Pateaba por dentro y maldecía
Y en mis ojos se veían
Eterno como el rio
Estas condenadas marcas de fracaso

Postrado, atado,
Completamente inmovilizado
Así me llevo la rutina,
Gastando los zapatos
Vaciándome de asco
Alejándome de los rostros
Imposibles al fin de digerir

Y nacer y no nacer
Puede ser lo mismo
Aunque el destino inexistente
Igual se haga presente
Hay una herencia agusanada
Que me corre por las venas
Por el resto de los días
Hasta que el tiempo diga basta
Y la desconformidad me dé su abrigo
Ya dormido en mi ataúd.