Hoy me olvidare de ti, sin importar las consecuencias, sin importar los retos que deba afrontar, tu recuerdo será expulsado de mi corazón, mi alma y mi mente… No quedara residuo alguno de tu presencia, se borraran las promesas que dejaste muertas en el mismo instante en que decidiste marcharte…
Nada de ti importara, serás insignificante a mi vista, invisible a mis recuerdos e ignorado en mi vida, mis piernas danzaran únicamente al ritmo de mis deseos, otros ojos giraran a verme y aun así continuare mi camino, destrozando almas, consumiendo besos que deben ser depositados en otros labios que no sean los tuyos, mi cuerpo será de mi propiedad, y podré entregarlo o reservarlo para alguien más…
Ya tu voz no será el eco que me despierte en las noches, ni tu nombre la letanía que repita como oración en mis insomnios, estarás perdido sin mí, aunque tu orgullo absurdo no desee reconocerlo, buscaras en otros labios el sabor exacto de mis besos, sin embargo, ya no serás mi dueño, no serás más que una página en blanco que NUNCA volverá a ser tocada.
Tus ojos buscaran mi figura y en tus sueños trataras de encontrarme y volverme tuya de nuevo, pero ya no habrá oportunidad de ese reencuentro, mis heridas sanaron sin ti, sin tu apoyo, sin tu ayuda…por lo tanto la lección más importante que me enseñaste es que no eres indispensable, ni necesario en mi vida.
Mi piel ya no busca el roce de tus manos, y seguro tus manos están ansiosas de estrujarme, aunque ocultes tus deseos de los otros, no puedes huir de ti mismo, eso te atormenta, te lástima, te calcina día tras día, aun sin que tú mismo te des cuenta.
Ya todos empiezan a abrirte los ojos, te comentan de mi cambio, te cuestionan burlones acerca de lo correcto de tu decisión y sé con certeza que solo bajas la cabeza y escondes los puños, mientras sonríes derrotado, tratando de disimular tu impotencia.
Caminamos en sentidos distintos, ya no te pertenezco… Y el sabor a esta libertad añejada es exquisito…
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