Ataviado con ropas de lugares que han pasado
donde las expectativas se estrellaron con la realidad
retornas en soledad a tu sitio de salida
acompañado de cansancio que otorga el tiempo.
Los lugares se mostraron sin escrúpulos
con tormentas de féminas entristecidas
al no colmarse sus deseos recónditos
entre los sitios que ahora se desvanecen.
Por ello se hace epidemia su inconstancia
expresada en quejas sin fundamentos
y vacilaciones sin orden ni método.
Cuando uno logra recobrarse al fin
queda sin otra defensa que su integridad
y así se libera de ataduras tormentosas
sólo al exhibir su valor indeclinable.
Texto agregado el 23-09-2014, y leído por 146
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
23-09-2014
Pulcro, profundo y certero. girouette-
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