Dinastía Argenchina

Una escena en el supermercado chino:

-Buan día

-Hola Carlos- porque a todos los chinos les gusta que le digan Carlos

-¿To bien?

El segundo saludo que aprendieron los orientales.

Por atrás una sonrisa del recién llegado que no entendía nada.

Los más duchos con cara preocupada hablaban como si se estuvieran peleando, alternando extraños sonidos al tiempo que repartían muecas de agrado para sus clientes.

¡Qué difícil pedirle queso cremón al inmigrante! Me mostró desde toallitas intimas hasta detergentes, solo mi dedo índice puede sacarlo de su confusión. Simulo un corte y accede a mi pedido. Respira tranquilo, tarea cumplida.

Quería pedirle Leberwurst pero será para otro momento.

Deje al repositor que con maestría milenaria acomodaba los frascos de aceitunas en la góndola.

OTREBLA.