Dicen que los poetas nacen en la tristeza, que sus palabras son lágrimas que desagotan en una hoja en blanco, y sus corazones rotos son páginas arrugadas en un mar de tinta roja... y es que sólo el amor nos lleva por los cielos, y solamente el dolor nos arroja a la realidad... Pasa el llanto, pasa la angustia, y como todo pasa, también el tiempo pasa... El recuerdo queda por un tiempo, luego del cual se hace difuso, se mezclan los años con los meses, y los meses con los días, se mezclan los momentos, y el recuerdo se hace difuso porque va desapareciendo todo aquello que quisimos que no pasara...y aunque pasó, ya no forma parte de este mundo, ya no comparte nuestra realidad... Cuando al principio tratamos de disolverlo, vuelve aparecer como una sombra que nos sigue; cuando tratamos de mantenerlo cada vez se hace más difuso y perecedero...
Y aunque tratemos de aferrarnos a cosas reales que nos lleven por lo menos un instante a ese lugar que ya no está, ya nada es lo mismo...
El mundo cambia, la gente cambia, todo cambia, pero en algún lugar está aquello que fue, aquello que fuimos... en algún lugar del espacio y en algún momento del tiempo...
Y quizás algún día allí nos encontremos... |