Entonces me desperté, era algo raro, sentía como si una presencia me estuviera observando mientras dormía.
Prendí la luz y busqué dentro del ropero pero no vi ni un alma así que retomé el sueño.
Poco después escuché una tenue voz con eco.
-¿Donde estará?
Definitivamente era dentro de mi cuarto, pero no lograba ver nada.
En eso sentí una mano sobre mi hombro.
Volteé y era una tipa llena de sangre.
-No te asustes, solo estoy buscando mi recuerdo.
-¿Tu recuerdo?
-Sí, tengo asuntos pendientes y mi alma está condenada a cagar sobre la tierra sin descanso a causa de eso. Pero no recuerdo que asunto dejé.
Buscaré un poco más en mi habitación y luego me marcharé, tú sigue durmiendo.
-¿A caso estás loca? ¿Crees que voy poder dormir cuando el fantasma de una tipa bañada en sangre está merodeando por mi cuarto?
-Entonces ayúdame a buscarlo y me iré.
-¿Que busco?
-No lo sé. no lo recuerdo. Pero sabes qué. No quiero recordarlo. Cuando era pequeña mi abuela me dijo que las almas que dejaban asuntos pendientes vagaban por el mundo hasta no resolverlos y es por eso que de muy pequeña dejé un asunto pendiente a propósito, pero no recuerdo que es. Y prefiero que siga siendo así, para no irme de este mundo. Hasta ahora solo finjo que busco lo que olvidé, pero la razón por la que lo busco es para no encontrarlo...

Continuará...